La tradición canaricultora, dice que a la hora de formar una pareja se deben complementar los defectos de uno con las virtudes de otros. Otros opinan que lo mejor es emparejar, para que me entendáis, bueno con bueno.
Yo creo que los dos métodos son posibles pero para determinados aspectos, aunque personalmente opino que es mejor emparejar dos buenos individuos y que eso nos dará con mayores posibilidades buena descendecia. No obstante si que creo que es bueno tener presente algunas consideraciones:
-Tanto el diseño como la oxidación sólo se mejoran si los 2 congeneres son óptimos o muy buenos.
-La refracción conlleva sí o sí una disminución de la talla, por lo que es tolerable una buena hembra, siempre tienen más feo, que tenga un poc de feomelanina, nunca en un macho.
-Es preferible a la hora del acoplamiento una hembra grandona que un macho, más que nada por problemas a la hora de la copulación.
-Hay defectos que se transmiten sin duda, las alas caídas, las alas cruzadas, los pájaros pechugones, los excesivamente patudos, tienen mal arreglo por mucho que compenses.
En definitiva creo que lo mejor es combinar ambas estrategias, será bueno compensar pero partiendo de pájaros de buena calidad, lo contrario es no mejorar o mejorar muy lentamente.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
(1).jpg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario